Armándome de valor, recogí a mis sobrinas pequeñas y nos fuimos a ver a mi sobrina mayor que vive en Torrevieja. Hay que tener mucho valor para marcharme de vacaciones con dos adolescentes a las que todo lo que hago y digo les parece un peñazo y además soy muy pesada. Santa paciencia la mia.
Pero a la vez me siendo muy contenta porque es la primera vez que tenemos ocasión de compartir un viaje sin sus respectivos padres y creo que ni ellas ni yo lo olvidaremos.
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